domingo, 16 de diciembre de 2012

Falsedades.

Por alaridos de prepotencia se quemo la hoguera, por no saber ver lo que tenia delante ni observar la luz de las demas estrellas. Luz que por ende consideraba inferiores y que no por ello asi era. Pero lo que en ultima estancia define a la hoguera es su humo, muchas llamas, pero luego no quema.

domingo, 28 de octubre de 2012

Los juegos de dos.

Ende por in finito
final que al desastre tiende
acaba que acaba en todo
por final lo es finalizado
y por fin lo llamé finito

Todo lo que aquí termina
tuvo en tí un principio
peor o mejor , tal vez
pero en la duda el acertijo
y la gracia de este ajedrez

Donde las fichas movemos
y por alfil tu piel
me mata en jaque
es aquel suspiro
que no fue más
que ende, por fin finito

domingo, 26 de agosto de 2012

Dolor.

Dolor que clama
Suave por silencio
Doloroso por destino
Lloro en el que me apoyo
Lo que yo respiro
Pues no es corto
Ni largo el camino
Que de baches se llena
Y por final solo queda
Quien te quiere y te espera

jueves, 9 de agosto de 2012

Ariel.

Por todas aquellas personas que en su humilde intento de animarnos son capaces de sacarnos esa sonrisa perdida, esa que fue sepultada bajo una escombrera de sentimientos, sangre sudor y lagrimas. Por todas esas personas, y porque no decir, por todas las que se han ido de nuestra vida y han dejado de "jodernos". Por todos ellos, no hay nada mejor, que reírte un rato, ya que seas la Sirenita, el gato con botas o Aladdin el sentimiento mas poderoso de todos es el que produce una sonrisa.

lunes, 6 de agosto de 2012

V de sentimiento.

Echarte de menos no es una opción, es una irrefrenable necesidad... La que me atañe, hiere y encadena. A este trozo de hierro candente que es el alma en espera, espera a que llegues de nuevo, espera a los besos, espera por esperar un algo en este entierro de sobriedad mundana, donde los minutos son horas y los dolores dejaron de contarse hace ya mucho. Puede que sea una exageración, o tal  vez lo sería contarlo de otro modo. Pero es que lo que siento en el momento en que te has ido es un cúmulo de cúmulos, un nudo en mi pecho al descubierto, ese que no escondo y muestro, esperando  que leas de una vez las letras. Esas que rezan tu nombre, escrito a fuego en mi pecho, ya ni por irrefrenable necesidad ni por condena, sino porque ahí te apoyaste para besarme, como tu y yo sabemos, al lado de la escalera. 

sábado, 23 de junio de 2012

Así.


Hay diversas razones por las que se podría decir que el ser humano es sufridor por naturaleza, no por la ausencia de un sentido psíquico de auto-conservación, sino porque simplemente "nos va lo duro" siempre es aquello que no podemos conseguir, aquello por lo que sufrimos y anhelamos, lo que hace nos perdamos mentalmente en nuestro propio mundo imaginario, ese en el que conseguimos lo que queremos, mientras que en el real nos dedicamos a sufrir en silencio, esperando que pasen las horas, esperando conseguir aquello que nos hace estar así. Tal vez todo esto sea como digo, aunque también tal vez me equivoque.
Mientras tanto, no pienso dedicarme a sufrir por ello.

sábado, 19 de mayo de 2012

Dice la leyenda.

Le dijo el capitán al bribón

"oh la dulce doncella
oh su aroma violeta
oh su suave sonido
oh la bella sirena

Que gran gozo fue tenerla
y que efímera su presencia
que corta  breve la estancia
y que grande las ganas de verla

Que gozo el de su beso prohibido
que cálida su mirada
que vendaval su cadera
y que perfecto su abrigo

Tanto que se nos pasó la hora
y la hora paso de nosotros
que se nos paró el mundo
y se nos quedó en ahora

Que hoy mismo he decidido
que tras esos besos
no quiero otros"

Dos mejor que uno.

En la tenue oscuridad que emana
en la suave voz que clama
en el inmenso horror que huye
en el vacío sin ti en mi cama

En mi dolor por mi boca en llamas
en mi estupidez estúpida
en tu reproche que clamas
en tus ganas de nada

En todo lo que ocurre y no debe
en lo que debe ocurrir y no ocurre
en las disculpas que debemos
en los finales sin besos

En todo aquello que odiamos
y de lo que arrepentirnos debemos

Por todo eso un perdón
por todo eso un suspiro
solo, y como siempre te pido
un par de besos, debajo de tu abrigo.

miércoles, 11 de abril de 2012

Sol de media noche.

Un sol de media noche
y un día de calma y gloria
un viento que lejos me lleve
y otra vez la misma historia


Un momento de calma en cama
y un fuego que arde en la mía
un beso que a ti te pedía
un tiempo de juego
y un tiempo de día


Tan solo eso piensa un cansado
un loco, un poeta
o un verso trabado
un enamorado que no lo es
y un secreto vedado


un ciempiés de dos piernas
y un cansado marqués
de esos que ya no quedan
de esos sin pensar volver


Tal cual un loco del verso
o un cualquier poeta trabado
puede en su cansado pensar
que un sol de media noche
te ha buscado
y no te ha podido encontrar

lunes, 2 de abril de 2012

Error en acierto.

Esto siguiente es una pequeña aclaración, más bien pudiera ser una página del diario que guardo recogido en mi memoria, o tal vez otros de esos momentos en los que solo me dejo  llevar por las emociones. Sinceramente no se que estoy diciendo o sintiendo ahora mismo, solo se que por mis venas no solo corre sangre.
Solo se que cada segundo que la oigo mi corazón salta un par de latidos, para no hacer ruido y poder escuchar mejor.
Solo se que la impotencia se impone ante mía cada vez que no fluye por mis dedos.
Solo se que es diferente para cada persona.
Solo se que puede que esto lo diga por loco, o por enamorado.
Pero de lo que si se que estoy seguro es, que la músico es lo que corre por mis venas.

viernes, 30 de marzo de 2012

Piensa.

Hay momentos en los que dejar de pensar no es una necesidad, sino un hecho que nos permite ver la realidad, tal cual es, sin tapujos y sin nada que nos enturbie la vista. Hay momentos en los que hay que pararse a buscar esa pequeña piedra en el camino, esa con la que estas deseando tropezar desde que supiste que allí estaría.

Eso es en lo que pensaba esa niña o mujer o lo que fuera que fuese, ya que según tu punto de vista podía ser una o ambas a la vez, y sin lugar a dudas, fallarías con ambas ideas. Eso de ahí era puro pensamiento, era esa piedra en el camino con la que había que tropezar para poder ver todo con claridad, se llama C, la verdad es, que  eso solo era su inicial, pero tampoco le apetecía que nadie supiese su nombre real, al fin y al cabo no sabía si ese podía ser su verdadero nombre.

Con todo, los días pasaban y C seguía allí parada, tal y como siempre hacía, apoyada en la barandilla desde donde veía el vacío inconmensurable. Y a pesar de ello, no dudaba ni un segundo sobre si se rompería la sujeción y caería desde el puente, solo pensaba y pensaba, inmersa en sus divagaciones sobre lo que era y no era, sobre lo que podía y no podía y sobre si eso era así o ella solo lo imaginaba. Supongo que eso es lo que hacen todo los pensadores, todos los filósofos y todas las personas que buscaban el sentido de algo en concreto o de nada en particular. Lo supongo por el mero echo de que no lo se, porque, ¿Quién me dice que yo no sea C? ¿Quien me dice que esto lo escriba yo o que esto lo lees tu?  Nada ni nadie, así ha sido y así debe ser, piensa y actúa, o simplemente piensa y descubre, da igual lo que hagas, eso solo depende de ti.

lunes, 26 de marzo de 2012

Calles.

Estrechos y sinuosos callejones, típicos en cualquier gran ciudad y a la vez necesarios en un asesinato cualquiera, eso es lo único que podía observar mientras corría, sombras y mas sombras que ocultaban el límite entre el final de una calle y el principio de otra, pero sobre todo, en lo que más se percataba, era en que estaba a punto de ser acorralada, por más que corriese, cada vez que giraba la cabeza veía su silueta, más y más cerca. Tal vez ese fuese un final merecido para ella, o eso es lo que habría pensado más de un misógino o algún religioso, pero ella solo había alimentado a su familia, si, trabajando de prostituta y no por gusto, pero hay veces en la vida que no queda otra.
Era alta, morena y con carácter, muy guapa por cierto, pero aun así le hacia una gran falta esa fuerza extra en las piernas para correr más rápido, una fuerza que no tenía y que en un par de calles no solo haría que  le atrapase, sino que además provocaría su muerte.
Dieciocho metros más, una calle antes de lo que esperaba fue atrapada, tal vez porque él fuese más rápido, o tal vez porque se dio de bruces contra un estrecho muro que bloqueaba el callejón, pero al fin y al cabo eso ya daba igual, solo tardo cinco segundos en morir, los mismos en los que una mano apretó un cuchillo contra su cuello. El movimiento fue suave y preciso, no era brusco como cualquier apuñalamiento, no, él era una profesional, sabia lo que hacía, y tan solo sintió nada. En un suspiro todo se evaporó, y en el callejón se hizo el silencio, salvo por la intermitente y acalorada respiración de un hombre que acaba de recorrer casi un kilómetro detrás de su presa. Así que, sin perder un solo segundo, limpió el cuchillo  en la ropa del cadáver y volvió a internarse en la oscuridad de la noche.
Ya estaba satisfecho, esa ”zorra” le había hecho perder mucho tiempo y justo, en una zona que ya no era segura, ya que tras las “partidas de caza” de los últimos meses, el jefe de policía había ocupado por patrullas nocturnas  la mayor parte de la ciudad, y esa en concreto era especial. Allí había cometido los primeros asesinatos antes de trasladarse a otros barrios, y allí había ganado su fama, pero ahora la reclamaba como suya, esos “intrusos” habían mancillado su coto de caza y únicamente para hacer el ridículo, porque era más que evidente que no lo iban a encontrar.
Ellos no eran más que seres inferiores bajo su punto de vista, y siempre lo había sabido, desde que  era pequeño  se daba cuenta de que los demás niños aprendían mil veces más despacio, e incluso hasta cuando entró en la universidad con 13 años, y se percataba de la ineptitud de sus profesores.  Eran toscos y sin lógica alguna, basaban las decisiones que tomaban en sus sentimientos, y por eso mismo no eran capaces de adivinar su pensamiento ninguno de ellos, porque él sin lugar a dudas era diferente.
En eso y en mil millones de cosas mas pensaba mientras atravesaban los últimos metros que quedaban hasta su destino, en línea recta y sin dudar, como siempre, con los andares de cualquier hombre romano de buena cuna, todo un caballero, un señor. Y un hombre, al que sin duda alguna estaban siguiendo desde hacía unos minutos, él lo sabía, lo estaba esperando, esos malditos polis, creían que podían hacer algo.
Así que,  sin más dilación se dirigió hacia una esquina situada a su derecha, y esperó hasta que los dos hombres se acercasen, la luna estaba llena y su luz permitía observa las dos débiles sombras que iban aumentado de tamaño, hasta que saltó.
Al primero y más cercano le propinó una patada en la entrepierna, haciéndose que se encogiera como un bebe en posición fetal, mientras  tanto, con su mano derecha, lanzó el cuchillo que tenía en la mano, lanzamiento perfecto, el filo del puñal atravesó la epidermis, la dermis y todo el tejido restante hasta perforar la aorta. Tan solo un segundo más tarde ya tenía otro cuchillo en la mano izquierda, con la que cortó el cuello del otro hombre aprovechando que aún se retorcía de dolor en el suelo. Él asesino suspiró inconscientemente, no le había quedado más remedio, odiaba tener que policías, solo le perjudicaba, pero era o eso o huir sin dejar rastro, estaba claro que si desaparecía en un callejón sin salida, sería más que evidente como lo había hecho, arriesgándose además a que lo vieran, y en cuanto uno de esos guardias consiguiese escapar, los asesinatos tendrían que terminar. No, definitivamente habían muchas variables que no podía controlar al huir, pero si los eliminaba, como mucho encontrarían los cadáveres cerca de la mujer y sabrían que también había sido él, nada más. Él trabajo esta terminado y había sido un éxito. Unos segundos más tarde, un callejón oscuro y una profunda oscuridad vieron como desaparecía sin dejar rastro, era hora de ir a la cama.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Blancas gotas, nubes negras

La chica puso su mirada distraída a través de la ventana, observaba con tristeza el negro cielo que las nubes de lluvia habían manchado. Todo permanecía en calma y todo parecía ir como debiese, el agua caía y salpicaba en el suelo, para después fluir hasta las alcantarillas y más tarde llegar al mar, donde se evaporaría y volvería a las nubes, a su ciclo, a la normalidad…
Pero ya no era casi, ella ya no giraba en círculos definidos, ya no tenía rumbo ni un pilar donde apoyarse,  ahora le faltaba algo, y solo podía soñar entre las nubes negras, que volvía a pisar el suelo. Tal vez todo esto sea muy melodramático, pero tal vez eso solo lo piensen las personas que nunca han perdido a un ser querido, que nunca le han temblado las piernas, ni se han mareado al recibir la fatal noticia. Pero los que de verdad lo hallan vivido, me entenderán cuando digo que por un instante, el mundo ya no tiene sentido para ti, porque no hay nada más sin sentido  que la inutilidad de intentar revelarte a la muerte para poder evitarla. Y eso es algo que no se puede dilucidar con meras palabras, eso se vive y se sufre. El ciclo termina en esas alcantarillas y ya no vuelves a ver a esa gota de agua especial, a esa persona que te había acompañado todo el camino. Nunca más…
Eso es lo que pensaba, lo que sentía y lo que sabía que nadie podría cambiar. Por esa única e ineludible razón, estaba unida en las penurias de su nube negra.
Toda su cabeza le daba vueltas, concentrándose en esos cálidos momentos en los que su gota le acompañaba.  Intentaba inútilmente rescatarlos para poder guardarlos en el baúl de los recuerdos. Aferrarse a ellos era lo más adecuado, y lo hizo hasta que se quedó dormida, hasta que en sueños, lo supo. Vio, como esa gota se convertía en persona y le saludaba,  le abrazaba y le mimaba como solía hacer en vida, le decía lo mucho que le echaba de menos. Y después le hablaba.
-¿Por qué lloras? ¿Es que te he hecho daño?
- Es solo que…
-¿Me echas en cara que me fuese?
-No… Bueno sí, pero no
-¿Entonces?
-No se, es solo que me haces falta
-En eso creo que te equivocas
-No…
-Si, lo haces. Te centras en ti y solo en ti. ¿Crees que me fui por mi propia elección? Claro que no, me fui porque tenía que volver a empezar, tenía que continuar con el ciclo y no había nada que hacer. Era solo eso, me fui para volver
-No, te fuiste y me dejastes
-Te dejé, porque tu aún no has llegado al final del ciclo y porque te quiero, y quiero que disfrutéis de tu vida hasta el final. Por eso, aún no se que haces llorando, que haces lamentándote y que haces encerrándote en ti misma. Eso para mí es un insulto, no me sirve de nada y a ti tampoco.
-Pero…
-Sin peros, ¿No te das cuenta? Yo sigo ahí, si me voy es porque tu me echas, si me quedo es porque tu me recuerdas, y si me recuerdas, haz que merezca la pena. Mira, solo te diré algo más… Te quería, te quiero y lo seguiré haciendo, así que sal a darte un baño bajo la lluvia, pero hazlo con una sonrisa. Porque significará que lo estas haciendo conmigo… Sal y recuerda que aunque no este ahí, siempre seguiré queriendo verte feliz.

miércoles, 11 de enero de 2012

For this...



Aire que respiro
Tierra que piso
Fuego que avivo
Beso que anhelo
Beso que busco
Beso que espero
Momento que llega
Momento cercano
Cercana necesidad
Saciedad palabra inerte
que sin significado queda
y que queda pendiente

de que calmes con ese beso
Ese beso
Ese momento
En el que tierra aire y fuego
Ya no son un anhelo

Ya no busco, ya no espero